Catherine Hettinger, una mujer de 60 años; creó en 1997 el juguete que se ha convertido en todo un éxito entre niños y adultos a nivel mundial.
Es el juguete de moda que trae de cabeza a los niños de medio mundo. El Fidget Spinner, es una especie de perinola de plástico o metal que posee tres puntas que rotan sobre sí mismas. Éstas, a su vez, giran sobre un eje común que se sostiene con la punta de los dedos. Generando un fenómeno similar al que en épocas pasadas lo hicieran los tazos, las canicas o los láseres; el spinner está presente en las escuelas y plazas de todos y cada uno de los pueblos de este país, generando millones de dólares en ventas. Sin embargo, pese al increíble éxito de ventas del juguete, su inventora tiene dificultades económicas y no recibe un centavo por su creación.
Catherine creó hace dos décadas el spinner con el objetivo de entretener a su hija, de siete años y otros niños con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad).
Hettinger, que nunca consiguió grandes sumas de dinero por este juguete, mantuvo la patente del spinner durante varios años, pero en 2005 dejó de pagarla. Así, tal y como cuenta The Guardian; mientras que fabricantes y minoristas acumulan grandes fortunas; Hettinger tiene que conformarse con vivir en un pequeño apartamento en Winter Park (Orlando) y llevar una vida austera.
La norteamericana, sin embargo, ha decidido tomarse con filosofía su particular desgracia ya que, según ha contado al diario británico, sólo el 3% de las personas que invierten en sus creaciones consiguen acumular grandes sumas de dinero.
Hettinger se ha unido así a la larga lista de personajes que no han podido sacar provecho a sus creaciones. Entre la locura y la resignación, ella ha optado por lo segundo. De muy buenas maneras, además. «Varias personas me han preguntado: ‘¿No estás realmente loca? Pero realmente estoy satisfecha de que algo que yo diseñé sirva a la gente y sea útil», confiesa.
Mientras tanto, Catherine va a intentar recuperar el terreno perdido, pretende lanzar una campaña de crowdfunding para poner a la venta el modelo original del Spinner creado en 1997. Tampoco ha dejado de lado su perfil de inventora y continúa pensando en nuevos dispositivos que intenten facilitar la vida a los usuarios
Catherine afirma: “Si hubiese tenido dinero o una empresa de capital riesgo por aquel entonces, la cosa habría sido diferente».
La moraleja es: Patentar nuestras marcas, ideas y productos de manera oportuna. El registro de patente entrega al creador exclusividad sobre la materia protegida en dicho registro. Es decir, por un tiempo definido confiere al titular el derecho de poder excluir a otras personas de utilizar, producir o comercializar, sin su autorización, lo protegido por su patente. Con una patente vigente, se cuenta con el derecho de actuar contra quien utilice, fabrique o comercialice productos que utilicen o reproduzcan lo protegido por el registro, sin previa autorización del titular de la patente. Una vez con la patente puedes hacer alianzas con fabricantes y llegar a la masificación del producto obtenido las ganancias correspondientes.
Otros inventos cuyos creadores no recibieron ganancias de ellos.
1. El formato de audio MP3
El MP3 fue creado por un estudiante de posgrado alemán que inició el proyecto en la década de los años 80 pero por falta de dinero; en vez de distribuir el software, lo comercializó como shareware, modalidad en la que el usuario puede evaluar de forma gratuita el producto. Durante la década de los 00’s se crearon millones de dispositivos compatibles con este formato.
2. El mouse
Douglas Engenbart, diseñó el ratón de las computadoras antes que los ordenadores fueran masivos. Por esto, cuando su invento comenzó a estar en manos de todos; la patente ya había caducado y el creador no pudo obtener ganancia por derechos de autor.
3. Las luces LED
Cuando Nick Holonyak Jr inventó el primer LED en 1962; predijo que algún día este diodo de luz reemplazaría la bombilla de Thomas Edison. Hoy en día las luces LED ya reemplazaron la bombilla de Edison y actualmente su invento está presente en casi cualquier aparato que emite luz. Actualmente Holonyak no recibe ingresos por su invento.
4. Los Post-it
Aunque estos pequeños papeles adhesivos son uno de los cinco artículos de oficina más vendidos en Estados Unidos desde hace años, sus creadores, Spencer Siver y Art Fry, aseguran que no han recibido los réditos que muchos creerían y que, si bien viven una situación económica cómoda, no son millonarios.
5. Los karaoke
El karaoke fue creado por el empresario japonés, Daisuke Inoue, cuando éste se ganaba la vida tocando la batería en una banda que invitaba a los asistentes a un bar a tomar el micrófono y cantar. Un día que no pudo ir a un concierto puso una grabación, y luego creó once máquinas de Karaoke que alquiló; pero como no patentó el invento jamás hizo mucho dinero.
Fuente: Universia